Desde el museo: Construyendo experiencias en cuarentena

Desde el inicio de la cuarentena, en marzo de 2020, el museo permaneció cerrado y con la mayoría de sus actividades presenciales paralizadas. Hasta ese momento se realizaba el montaje de la muestra KHIPUS. Nuestra historia en nudos con un avance del 80%, casi lista para ser inaugurada a finales de marzo. En paralelo, se estaba terminando de planificar el montaje de la muestra de Flavia Gandolfo. De un punto a otra.

Siguiendo las disposiciones y los respectivos protocolos de bioseguridad implementados por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Cultura, nos tuvimos que adaptar a una nueva normalidad. Nuestra preocupación principal siempre es la seguridad de nuestros visitantes y colaboradores. Consideramos que la visita al museo favorece la salud mental del público, sobre todo en la coyuntura actual en la que nos encontramos. Fue un gran reto encontrar un equilibrio entre las disposiciones de bioseguridad y la experiencia misma de visitar un museo, pues estas deben convivir a partir de ahora y retroalimentarse entre sí.

Adaptación de muestras temporales: Estrategias de diseño y recursos museográficos.

Para garantizar una experiencia segura al público durante su visita al museo, adaptamos la museografía de las dos exposiciones con diversas medidas de seguridad. Recurrimos a tres estrategias de diseño: ingreso y salida diferenciados, aforo reducido y señalética estratégica para que exista un equilibrio entre la experiencia museográfica de las muestras y las medidas de bioseguridad.

Como recurso museográfico, instalamos señaléticas de bioseguridad al ingreso de las dos salas temporales para el público asistente. Adicionalmente, para evitar el contacto físico, el folleto de mano se adaptó al formato digital convirtiéndose en un archivo descargable mediante un código QR. Finalmente, en el piso de cada una de los espacios se colocó señalética de ingreso y salida para reforzar esta diferenciación.

Montajes seguros

Elaboramos un cronograma bastante detallado para el montaje de las dos muestras, con estrictas medidas de bioseguridad, en donde se consideró diversos aspectos: tener un equipo formado por la menor cantidad de personas dentro de la sala, que no haya cruces de tareas entre los diversos agentes de un montaje, entre otros. El uso de mascarillas y guantes fue obligatorio en todo momento durante el proceso. Asimismo, aseguramos un aforo reducido durante el trabajo de montaje, permitiendo el ingreso solo al equipo con tareas activas. Tuvimos que ser bastante cuidadosos, no solo con las piezas a exhibirse en cada una de las muestras, sino también entre nosotros, como equipo MALI.

Definitivamente fue un gran reto el que asumimos y que fue realizado de manera exitosa. Aprendimos a gestionar el trabajo en una situación que nunca nos esperamos y con plazos reducidos, todo con el objetivo de que nuestros visitantes puedan sentirse seguros y disfruten de una grata experiencia con estas dos muestras y en su reencuentro con el museo.

Carlos Tamayo
Museógrafo del MALI